Un veterinario chaqueño se adentró en la selva peruana y halló una gigantesca anaconda de seis metros

Sergio Antúnez Rossi, un veterinario chaqueño de 37 años, conocido por su pasión por las serpientes y su incansable deseo de explorarlas en su hábitat natural, es noticia a nivel nacional por el hallazgo de una anaconda de gran tamaño en el Amazonas.

Antúnez Rossi trabaja como guía de pesca fuera de temporada, una ocupación que le permite financiar sus viajes y expediciones en busca de nuevas aventuras. Su amor por las serpientes lo llevó a recorrer rincones exóticos del planeta. Viajó por Asia, Australia y Estados Unidos, además de adentrarse en las selvas de Colombia y Brasil. Sin embargo, ayer marcó un hito en su carrera y su vida personal al cumplir el sueño de entrar al Amazonas, comenzando su exploración desde Iquitos, Perú.

Durante su viaje en Perú, Sergio tuvo un encuentro mientras exploraba uno de los brazos del río Amazonas, se encontró con una anaconda de seis metros y al menos 100 kilos, que se encontraba haciendo la digestión en la orilla. La presa en su interior, según Antúnez Rossi, parecía ser un carpincho, lo que es un testimonio de la impresionante capacidad de caza y alimentación de esta especie.

"La Reina de la Amazonía, la Emperadora del Continente, la legendaria y mítica M’boi Jaguá", publicó emocionado en sus historias de Instagram. Para sus más de 30 mil seguidores en la plataforma, este fue un momento épico. Sergio usa el nombre de usuario @mboi_jagua, que en guaraní significa "serpiente gigante" o "serpiente fiera", reflejando su respeto y fascinación por estos reptiles.

Ver de cerca y en estado natural a la anaconda verde (Eunectes murinus), la segunda especie de serpiente más grande del planeta, fue una experiencia que lo dejó sorprendido y maravillado. Esta serpiente, conocida por su tamaño y fuerza, es un símbolo de la biodiversidad y los misterios que aún guarda la selva amazónica.

"Estoy cumpliendo un sueño, toda la vida quise registrarla en estado salvaje", da comienzo Sergio al video que se viralizó en Instagram, donde se lo ve tranquilamente arrodillado al lado de la anaconda, que parece ignorarlo olímpicamente, con la mitad del cuerpo sobre la superficie y la otra dentro del agua, mientras de fondo se escucha el coro de insectos y animales de la jungla.

"He venido al corazón del Amazonas peruano para tener esta oportunidad", arrancó visiblemente emocionado y explicó: "Si bien en las películas pueden ver anacondas que comen humanos, eso es todo mentira. Encontrar una anaconda de este tamaño es una locura".