CONTRABANDO SIN FRENO: HUEVOS, GASEOSAS, ROPA Y ELECTRODOMÉSTICOS ILEGALES INUNDAN LA FRONTERA NORTE
Desde Bolivia ingresan a diario productos sin certificación sanitaria ni controles aduaneros. Camiones completos de huevos, Coca Cola trucha, ropa americana y electrodomésticos llegan a Salta por rutas clandestinas. Grave denuncia de Marcelo Fretes, periodista de Pichanal.
En una preocupante comunicación telefónica, el periodista Marcelo Fretes, desde Pichanal, expuso una situación alarmante que afecta no solo al norte argentino, sino a todo el país: el contrabando masivo e impune de productos desde Bolivia a través de rutas fronterizas como la 81, sin ningún tipo de control. Huevos, gaseosas, indumentaria y hasta electrodomésticos ilegales cruzan la frontera como si no existieran leyes ni fronteras.
Fretes detalló que los principales puntos de ingreso se ubican en Paraguay, Corrientes, Formosa y Misiones, desde donde estos productos se distribuyen en cuestión de horas a lo largo del país. “No se entiende cómo llegan tan rápido sin pasar por ningún control”, denunció el periodista, agregando que los productores argentinos ya elevaron denuncias ante organismos nacionales, pero aún no hay respuestas ni acciones concretas.
La situación con los huevos es especialmente grave: el maple de huevos nacional en Pichanal cuesta \$4.500, pero los comerciantes ofrecen al consumidor elegir entre huevo argentino o boliviano, mucho más barato, pero sin certificación sanitaria. “No sabemos su procedencia. Es un riesgo para la salud. ¡Estamos consumiendo productos sin control y nadie hace nada!”, alertó Fretes.
Pero no es lo único. La famosa Coca Cola también entra en la lista del contrabando. La versión boliviana de la gaseosa, sin pasar por ninguna fiscalización, se vende a \$3.000 los tres litros, mientras que la versión argentina cuesta \$5.000. La diferencia de precio hace que muchos comerciantes opten por la ilegalidad, comprando camiones enteros de bebidas del país vecino para revenderlas sin declarar. “La gente compra lo más barato, porque el bolsillo manda, pero no piensa en los riesgos sanitarios ni en el daño a la economía formal”, explicó Fretes.
La denuncia se amplía aún más: el comercio de indumentaria y electrodomésticos también está fuera de control. Según el periodista, hay empresarias salteñas que compran ropa americana por camión completo desde Bolivia. Una docena de acolchados, por ejemplo, cuesta apenas \$180.000, un precio imposible de competir en el mercado legal argentino. La ropa entra por pasos clandestinos que ya son conocidos por los contrabandistas: desde Finca Carina hasta la capital salteña, una ruta de tráfico impune y consentida por la falta de controles.
El caso de los electrodomésticos es aún más peligroso. Fretes advirtió que estos artículos no están adaptados a las instalaciones eléctricas del país, lo que implica un riesgo real de accidentes domésticos, cortocircuitos o incendios. “La gente no lo sabe, pero está comprando aparatos que no cumplen con los estándares argentinos”, alertó.
La situación es desesperante para los pequeños comerciantes legales de frontera, que no pueden competir con los precios de los productos ingresados ilegalmente. “Hoy en la frontera se vende más producto boliviano que argentino”, sentenció Fretes.
La gran pregunta que queda flotando es: ¿cómo pueden ingresar camiones completos sin que nadie los vea? ¿Dónde están los controles? ¿Cómo pueden recorrer kilómetros de rutas nacionales sin ser detectados? La respuesta es tan oscura como las maniobras que sostienen esta red interminable de contrabando.
El silencio oficial, la falta de fiscalización y la ausencia de políticas firmes están dejando las puertas abiertas a un fenómeno que no solo destruye la economía formal, sino que también pone en riesgo la salud y la seguridad de miles de argentinos. ¿Hasta cuándo?

